La Intersindical de Trabajadores, fundada el 4 de junio de 1999 en Iquique, Chile, es una organización que agrupa a dirigentes sindicales, trabajadores, profesionales y a todos los miembros de la comunidad que estén dispuestos a defender los intereses de quienes viven de un salario, reconociendo que sus reivindicaciones sólo son factibles de cumplir si son asumidas como clase social y desarrollando una defensa activa de quienes venden a un empresario o al Estado su fuerza de trabajo y su capacidad intelectual. Además de Iquique, desarrolla su actividad en las ciudades de Alto Hospicio, Arica, Calama, Antofagasta, Tocopilla y Copiapó.
Insertos en la franja inferior de la sociedad capitalista, los asalariados se enfrentan constantemente con los grupos empresariales, nacionales y transnacionales, cuyos fines son la acumulación de capital, así como la apropiación del trabajo humano y propiedad privada de los medios productivos y de servicios, haciéndolos contradictorios con los objetivos de libertad e igualdad que la clase trabajadora históricamente ha propugnado.
Conscientes de que los grupos financieros e industriales son una minoría que explota a la mayoría de la sociedad, en el camino quedan diversas estructuras y grupos sociales que sufren, como los trabajadores, el mismo rigor de la exclusión o la cooptación forzada al modelo que los sectores privilegiados imponen. Por ello, existe una amplia gama de profesionales, pequeños propietarios, pobladores, intelectuales, dueñas de casa, y otros sectores que no pueden usufructuar de la distribución equitativa de la riqueza del país.
Al mismo tiempo, el desarrollo desigual y contradictorio de la sociedad capitalista ha generado diversos tipos de explotación que sustentados en las características que adquiere el modelo neoliberal junto al fuerte huracán cultural alienante, constituyen formas de explotación, destrucción y exclusión, que dejan a importantes grupos de marginados del sistema a la deriva y sujetos a los caprichos de la clase dominante. Es el caso de las mujeres, los indígenas, homosexuales, inmigrantes y otras minorías que forman parte de los eternos segregados, los que sólo pueden aspirar a alcanzar su liberación si desarrollan una alianza con la clase trabajadora tras un proyecto único de sociedad sin exclusiones, en donde el usufructo de la producción de bienes y servicios pertenezca al conjunto del pueblo.
Asimismo, las formas de explotación de las empresas nacionales, multinacionales y del Estado, han desatado el más grave desequilibrio ecológico en el país, afectando parte importante del entorno ambiental y la destrucción indiscriminada de los recursos no renovables. Ello ha hecho surgir a importantes grupos de defensa del medio ambiente con los que la clase trabajadora debe privilegiar las coincidencias.
Por ello, junto con el fomento de las reivindicaciones específicas relacionadas con la división entre el capital y el trabajo, la Intersindical aunará a quienes decidan participar en su interior defendiendo los derechos de todos los que se sientan oprimidos y marginados por el sistema capitalista, procurando la convergencia de los objetivos de la mayoría del pueblo tras su liberación, por la toma del poder político del estado y la construcción de una sociedad socialista.
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